Eulalia estuvo 7 años encerrada en un zulo y alimentada con gallinaza (heces de las aves). Siete años sin poderse mover, ni poder ver el sol o pisar la tierra. Hoy hace una semana de su rescate, y como podéis ver en este vídeo, su actitud ha cambiado mucho. Está tan agradecida, que confía plenamente en sus rescatadores, permitiéndoles que le corten las largas pezuñas que no pudo desgastar por no poder caminar durante 7 años y dejando que le pongan el microchip sin quejarse, porque ella sabe que lo que le hacemos es para ayudarla. Ahora disfruta de su nueva vida en libertad, donde puede darse baños de barro, eso que nunca pudo hacer.