Desde que Eulalia llegó al Santuario, ha estado en una zona de cuarentena donde ha pasado bastante tiempo. El motivo es que estábamos esperando que se terminara de reformar la zona de adaptación de los cerdos para poder llevarla. Este espacio estaba listo hace unas semanas, pero ha estado ocupado por Xita, que necesitaba recuperarse de una lesión que tiene en uno de sus pies. Como ya está bastante bien, hoy hemos hecho el traslado de Eulalia para que pueda ir conociendo al resto de los cerdos y, en breve, pasar a convivir con ellos.
¿Os acordáis de como estaba la hierba de alta cuando llegó? Pues de eso no queda nada. Entre lo que ha ido escarbando Eulalia, y que lleva un mes sin parar de llover, el terreno está para sembrar patatas. Aunque a Eulalia no le importaba mucho, ya que ella es muy feliz con el barro.
Nos sorprende la agilidad que tiene y lo mucho que corre, tanto que hoy parece que hemos hecho los 100 metros lisos.
Ella vivió durante 7 años en un zulo donde a penas podía moverse. Somos inmensamente felices de ver lo mucho que ha cambiado su vida y saber que ella siempre estará cuidada y mimada por nosotros. Por lo menos poder devolverle algo de todo lo que se le fue robado.
