En este vídeo podéis ver a Berta, la vaca marrón y blanca, como está dando lametazos a Fermín, que es su hijo. También está Tina, una vaca de lidia, que está jugando con el toro Eduardo. Estas dos escenas transcurren mientras el resto de la gran familia está tranquilamente pastando o tumbados al sol. Pero lo más importante es que ver a vacas y toros así solo pasa en los Santuarios. Aquí son libres de hacer lo que quieran sin miedo. Nadie les explota y nadie les va a enviar al matadero. ¿Os imagináis un mundo así? Pues está en nuestras manos que sea realidad.
I am