Así de bien se lo pasan Gabriela y Shalom revolcándose en la tierra ? A los burros les encanta rascarse contra el suelo y dar vueltas sobre si mismos. Es algo que necesitan para su desarrollo natural, y si lo pueden hacer al aire libre y rodeados de naturaleza mejor.
Gabriela llegó al Santuario junto con su madre Seina y su padre Manel en febrero del año pasado. Al poco de estar aquí, Seina dió a luz a Shalom. Ellos proceden de una finca de Andalucia donde estaban en pésimas condiciones y rodeados de cadáveres de otros animales. Ahora, como podéis ver, viven felices y en armonía, sin que nadie les vuelva a hacer daño y recibiendo solo cariño.