Gerard y Valentí, como los demás animales que aparecen en el vídeo, fueron rescatados de morir por haber sido abandonados o porque iban a ir al matadero. Todos viven felices en la zona de cuidados especiales, como Celia, una cabra con malformación en sus extremidades que fue abandonada en Mallorca cuando nació por no servir.
Cuando estos animales ven a su rescatador, ven a su padre, a una de las personas que los ha criado y dado su vida por ellos, y por lo tanto, se mueren de amor cuando le ven.