El toro tan hermoso que vemos tumbado es Goliath. Como veis no tiene ningún complejo para descansar y comer a la vez, como hacían los romanos. El que está detrás a la derecha es Rufino y a la izquierda podéis ver a Savi y Cristian, inseparables como siempre. Viendo estas imágenes no podemos sentir más que felicidad al ver la paz y tranquilidad con la que viven todos estos animales rescatados en Fundación Santuario Gaia. Muchos de ellos han pasado de un infierno a vivir en un lugar donde son cuidados y amados.
Es muy curioso que para la mayoría de la sociedad, ellos no son más que un producto del que sacar provecho, un trozo de carne, pero para unos cuantos son seres como nosotros, con las mismas necesidades. Por suerte cada vez somos más los que pensamos y actuamos así .