La mirada que tienen los cerdos es de las más expresivas y conmovedoras que hay. Transmiten su estado de ánimo perfectamente.
Guillem es un enorme bonachón que llegó junto a Ramón, salvado de morir ahogado en la crecida del Ebro de hace 3 años, donde murieron ahogados más de 10 mil animales que dejaron encerrados en las granjas. Desde entonces viven en el Santuario felices y protegidos.“¿Nos ayudas a seguir salvando vidas?” color=”green”]• Por tan solo 1€ al mes puedes hacerte Teaming
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