Esta es la cara que se le ha quedado a Alika cuando le hemos dicho que estamos preparando un nuevo espacio mucho más grande para su mamá adoptiva Celestina, Celia, Felipa, Débora y los animales con necesidades que ahora viven junto a ella.
En el nuevo terreno estamos habilitando un espacio donde albergar a los animales que con el paso de los años necesitan unos cuidados más especiales, y que no tienen tantas ganas de estar corriendo por los prados, sino que lo que desean es estar más tranquilitos y disfrutar de su vejez, teniendo una habitación con calor para el invierno.
Vamos a tardar mucho tiempo en tenerlo todo preparado, porque para ello primero necesitamos ahorrar, cosa difícil ya que con el inicio de esta nueva compra, nuestros gastos han aumentado, pero como siempre, nosotros somos positivos, y sabemos que lo conseguiremos tarde o temprano.
¿Os acordáis lo pequeñita que era Alika? Nació en el Santuario porque su madre llegó embarazada de un horrible lugar.