La industria del foie gras es muy cruel, y los patos que nacen en incubadoras y son criados en naves, son enviados al matadero cuando crecen y ni siquiera han visto nunca la luz del sol, han pisado la tierra o la hierba fresca, o lo que más les gusta hacer, darse un chapuzón en agua fresca.
En Fundación Santuario Gaia hemos conseguido rescatar a 6 patos de una granja donde los tienen hacinados cubiertos de mierda, en unas condiciones lamentables que las autoridades no deberían permitir que sucediera.
Por un mundo vegano