Adriana llegó a Fundación Santuario Gaia el 7 de abril de 2021 junto a 4 vacas más, Lluvia, Nu, Eliana y Milá. Iban a ser enviadas al matadero, debido a un problema burocrático, porque no estaban identificadas. Después de mucho luchar, conseguimos que pudieran venir al Santuario.
Al día siguiente falleció Mila, y hoy os queremos contar toda la verdad. El día que fuimos a por ellas, Ismael fue testigo del trato que recibieron para poderlas trasladar. Uno de los hombres con un palo pegaba sin piedad a Milá, incluso se lo clavaba con violencia en los costados. Ismael que estaba allí viendo todo eso, se tuvo que callar y aguantarse las lágrimas y el gritarles, porque si decía algo, se podían echar para atrás y no darnos a las vacas para que vivieran felices en el Santuario sin maltrato.
En el Santuario, tanto Adriana como las demás nos embestían, y no podíamos acercarnos a ellas. Pero entendíamos que ellas relacionaban a los humanos como peligro.
Adriana al ser una abuelita, vivía en la zona de las vacas con necesidades especiales, para estar mejor atendida. Vivía con Pedro, la abuelita Estrella, Elvira, Égalité y sus hijos. Durante todo este tiempo, nunca ha permitido que la tocásemos, y aunque ya no nos embestía al vernos, no nos dejaba que nos acercáramos a menos de dos metros.
El domingo estábamos rotos porque el sábado nos dejó la abuelita Estrella, y al ir a darle el desayuno a Adriana, la encontramos sin vida. Las dos abuelitas se han ido juntas, y sus muertes han sido inesperadas, porque aunque eran mayores, no estaban mal, pero por la edad que tenían, ya les tocaba irse.
Adriana, sentimos mucho todo el daño que te hicieron, y todo por explotarte para que tuvieras hijos a los que mandar al matadero. Ahora ya estás en el lugar donde todos nos encontraremos un día, y ahí sí que ya nos dejarás abrazarte, porque es un lugar donde solo reina el AMOR.
Te queremos preciosa, y ayúdanos desde donde estás, para superar todas estas heridas que tenemos en el corazón y seguir luchando para conseguir un mundo mejor para todos. DESCANSA EN PAZ ABUELITA.
