Ayer por la mañana amanecía el Santuario con el cielo gris y también nuestros corazones.
Bautista se fue rodeado de su familia caprina y humana. El día anterior notamos que no tenía apetito y se encontraba hinchado, lo dejamos con su familia pero separados del resto del rebaño mientras recibía tratamiento.
Parecía que se había estabilizado, sin embargo, ayer a primera hora sufrió una crisis y falleció. Al ser algo inesperado hemos realizado la necropsia para determinar la causa de la muerte pero resultó inconcluyente.
Nuestra veterinaria, Irati, opina que ha podido deberse a una enterotoxemia, una infección intestinal aguda.
Bautista llegaba hace un año junto con sus hijos Visitación y Elohim y su compañera Rosario, que venía embarazada, dando a luz en el Santuario a Valeria y Nanunchi.
Como veis no hemos podido encontrar una fotografía de él solo, siempre rodeado de su clan. Ellos eran el vivo ejemplo de los vínculos fortísimos familiares que mantienen las cabras. Estaban siempre juntos, se protegían y se cuidaban, tanto era así que todos en el Santuario les llamábamos la familia feliz.
Tu familia te va a extrañar pero nosotros cuidaremos de ella, siempre te mantendremos en nuestro recuerdo y en nuestros corazones nuestro querido padrazo, Bautista