Hoy ha sido un día muy doloroso en el Santuario, pero hemos tenido que seguir cuidando de los más de 500 animales que aquí viven.
Mientras Ismael estaba en la clínica veterinaria de urgencias en Camprodon con el pequeño Josué, Adam nos dejaba debido a una insuficiencia renal, enfermedad que llevaba arrastrando unos meses y por eso lo teníamos apartado dándole cuidados especiales.
Llegó al Santuario hace 9 años porque lo iban a decapitar para hacer un ritual. El amor lo salvó y con amor se ha ido, teniendo una vida preciosa en la que h visto como ha ido creciendo esta gran familia que tanto le quería. Ha sido un regalo para nosotros vivir este último tiempo con él, donde nos hemos unido aún más, aunque ya desde el principio estableció un vínculo muy fuerte con Coque e Ismael, los fundadores.
Te vamos a echar mucho de menos abuelito, ahora desde donde estás puedes volver a correr y a saltar como cuando eras más joven. Gracias por todo lo que nos has enseñado y esperamos que un día vayamos a ese mismo lugar al que has ido y poder abrazarte. Te queremos mucho Adam, descansa en Paz.