Estos días hemos tenido que lamentar la marcha de Jasira
Ella era una de las 13 cabras que llegaron el año pasado del decomiso de la horrible explotación de Lliçà d´Amunt. Una granja de los horrores donde había más de 600 ovejas y cabras en un estado lamentable, muchas enfermas y viviendo entre excrementos y cadáveres de sus compañeras.
Jasira, junto con Lua a la que hubo que amputar un pie, fue una de las que estaba en peor estado. Tenía una artrosis crónica y siempre fue la más delicada. Pero a los pocos meses de llegar nos dio la sorpresa de que estaba embarazada, dando a luz a un precioso bebé, Adriá.
Desde entonces su estado físico fue empeorando y las últimas semanas ya tenía muchos problemas para levantarse y caminar. No nos esperábamos que el triste desenlace fuese tan pronto, pero se ha ido rodeada de amor y paz.
Por lo menos ha podido disfrutar de su maternidad, cuidando de su hijo sin temor a que se lo robasen y sin ser explotada. Sus últimos meses de vida han sido los mejores y viviendo de una manera digna y respetada.