Hoy publicamos la triste noticia del fallecimiento de Roberto, acontecida hace unos días 

Llegó a Fundación Santuario Gaia hace más de 5 años, siendo un bebé. No podía caminar por un problema en sus articulaciones y por eso lo querían matar, al no ser rentable. Nosotros lo acogimos y le dimos asistencia veterinaria, se le diagnosticó una poliartritis bacteriana, de la que se recuperó pero quedándole secuelas crónicas y siempre ha tenido problemas para caminar.

Hace unos días comenzó a encontrarse apático y no querer comer. Tuvimos que realizarle una ruminotomía de urgencia, abrir el rumen, porque tenía gran contenido en el rumen y no había movimiento intestinal. Esto es muy grave en rumiantes y tiene un pronóstico muy malo. A pesar de que parecía que tras la cirugía y con el tratamiento mejoraba, al cabo de 48 horas comenzó otra vez a empeorar y no pudimos hacer nada para evitar tan triste desenlace 

Roberto era la ternura personificada, todo el mundo le quería y era uno de los habitantes más cariñosos. Nos ha producido una inmensa tristeza su pérdida y le vamos a echar mucho de menos. Era uno de los habitantes que más nos necesitaba, por sus problemas de movilidad, y siempre se dejaba ayudar, como si estuviese agradecido, mirándonos de una forma tan dulce que era imposible no quererlo.

Ahora puedes correr ya libre, sin dolor y sin ataduras. Nunca podremos olvidarte, siempre permanecerás en nuestros corazones. Hemos intentado darte la mejor vida posible y, por lo menos, has podido burlar todos estos años el cruel final al que estabas destinado desde el momento en que naciste.

Vuela alto, pequeño Roberto