Cuando íbamos de camino a por Dorita, nos avisaron que se podía salvar a un cerdito ciego al que iban a matar ya, de la misma granja donde estaba la pequeña Sarita.
Tenemos que ser sinceros, y es que Ismael Lopez Dobarganes y Coque Fernández Abella, los fundadores de Fundación Santuario Gaia, iban muy tristes por la pérdida de Xita, y a raíz de la llamada del cerdito ciego, vieron que fue cosa de Xita que quería que lo salvaran, así que dijeron que sí y volvieron muy alegres con Gregorio, que es como le han bautizado.