Leo estaba atado de sus patas en una ventana, sin poder moverse nada. Un caso de maltrato en el que se tuvo que actuar rápido.
Leo no tendría que haber venido al Santuario, porque hay muchos gallos y comienza a haber un problema de territorialidad, pero nos dijeron que era una gallina.
Cuando decimos que no puede venir algún animal, es porque tenemos una explicación razonable que perjudica la calidad de vida de los que ya están aquí o la del nuevo que vendría. Más quisiéramos nosotros poder salvarlos a todos, pero la situación del Santuario no es siempre la misma y hay que entendernos. Ahora nos enfrentamos a un tiempo complicado, en el que nos va a costar mucho que Leo se adapte, con todo el trabajo que tenemos ahora con la llegada de otros habitantes y las reformas.
Os pedimos un poquito de comprensión, y que no nos engañen, ya que no ha sido el primer caso. Pero no obstante, vamos a hacer todo lo posible para que pueda tener una vida digna junto al resto de habitantes.
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