Hace un mes dieron aviso a la Associació Engrescats de les Terres de l’Ebre de que una cabra estaba perdida por el campo. Rápidamente fueron a por ella y la rescataron. Estaba muy asustada, vagando entre los campos y con el peligro de que la atropellaran, ya que hay varías carreteras por la zona. La han tenido un tiempo en el refugio y hace una semana la trajeron al Santuario.
Ha estado unos días en cuarentena, donde le hemos realizado todo el tratamiento profiláctico y las analíticas de sangre obligatorias. Ahora ya está junto con el resto de cabras y ovejas. Nos ha sorprendido mucho, porque desde un principio no ha habido ningún roce con sus compañeras. Aunque las adaptaciones de las cabras y ovejas suelen ser bastante fáciles, si que es verdad que los primeros días están todas un poco desconfiadas. Pero el caso de Minerva ha sido distinto, parece que lleva aquí toda la vida ?