Estamos muy felices con la llegada de un nuevo miembro a la familia Gaia ?
Él es Adriel, un corderito de solo dos días de vida. Lo encontraron solo en el campo, sin rastro de la madre ni del rebaño, con el cordón umbilical y restos de la placenta. La persona que se lo encontró, se puso en contacto con Ciara, de la Associació Engrescats de les Terres de l’Ebre y rápidamente lo acogieron. Buscaron calostro para darle, ya que es muy importante que lo tome en las primeras horas de vida y nos llamaron para darle un hogar definitivo.
Llegó ayer por la noche a Fundación Santuario Gaia y ya le queremos con todo nuestro corazón. No puede haber un ser que personifique mejor la ternura que Adriel. Pero detrás de esta bonita historia con final feliz, hay toda una industria horrible y cruel. En esta época muchas ovejas y cabras están dando a luz para que los bebés sean la comida de Navidad de los humanos. Ellas son inseminadas meses atrás, de manera programada, para que los nacimientos coincidan con estas fechas y así abastecer de corderos y cabritos a las carnicerías y restaurantes.
La desgracia de Adriel de quedarse sin madre, ha sido su salvación. Una suerte que millones de bebés como él no tendrán.
Ojalá la historia de Adriel sirva para que en muchos hogares este año haya una Navidad libre de crueldad ?