Estas tres bellezas son bebés patitos de pocos días de vida. Vienen de Ripoll, cerca del Santuario. Su madre hizo el nido en un lugar muy alto y los polluelos, al romper el cascarón, se cayeron. Eran 4, pero uno de ellos falleció a causa de la caída. Como era imposible devolvérselos a su madre, nos avisaron para recogerlos.
Estarán con nosotros hasta que se puedan valer por sí mismos. Primero vivirán con los patos y ocas del Santuario, pero seguramente luego se vayan por si solos, ya que son patos silvestres. Cada día los ponemos en un recipiente con agua para que naden y disfruten del agua, y luego los dejamos tranquilos en un lugar seguro y caliente.
¿No os parece que los patitos son los seres más tiernos y adorables del mundo? A nosotros nos ha llenado de felicidad poder ayudarles y asegurar su futuro ?
¡Feliz fin de semana a todos! ❤️