Ella es una cabrita de poco más de dos meses de edad. Fue adoptada como animal de compañía por una familia de Sant Feliu de Guíxols. La ordenanza municipal no prevé la tenencia de animales domésticos, exceptuando perros, gatos y hurones, como animales de compañía sin haber obtenido el permiso pertinente. Además, el entorno urbano donde vivía Bella, no era el adecuado para su desarrollo y existían quejas de los vecinos, llegando a intervenir la policía municipal.
Gracias a @murlacontrerasadvocats por ayudar a esta familia a encontrar un lugar, como el Santuario, adecuado para ella y así evitar que la devolvieran a la granja de donde salió, donde sabemos que su destino hubiese sido el matadero.
¡Bienvenida a la familia Gaia pequeña Bella!