Estas preciosas gallinitas vienen de un particular. Ya tienen 4 años y su puesta de huevos ha bajado mucho, así que ya nos las querían y matar. Por suerte las cedieron y ahora vivirán felices el resto de su vida en el Santuario
Muchas veces nos preguntan por los huevos y porque no los comemos. La mayoría de las personas piensa que detrás de la industria del huevo no hay crueldad. Pues las gallinas son unos de los animales que más sufren la explotación humana.
Las gallinas ponedoras han sido seleccionadas genéticamente para que su puesta sea de más de 300 huevos al año, cuando en condiciones normales tendría que ser de 20-40, dividido en 3 puestas al año. Esto les causa un gran desgaste físico y muchos problemas de salud, sobre todo reproductivos, por los que acaban muriendo. Si esto no fuera poco, las condiciones de hacinamiento en las que viven son horribles.
Las explotaciones hacen “vaciado” de las granjas a los dos años. Esto quiere decir que matan a todas las gallinas porque han bajado la producción y las reponen con nuevas
Como veis, los huevos llevan detrás todas una historia de sufrimiento y muerte.