Hace dos días que Lua ha pasado por quirófano y su evolución es muy buena. Ella llegó junto con otras 12 cabras de un grave caso de maltrato de una explotación de la provincia de Barcelona. En su extremidad posterior izquierda, a la altura del metatarso, tenía un alambre incrustado en la carne, lo que le provocaba una grave infección. A pesar de las curas y del tratamiento, ha sido imposible salvarle el pie y hemos tenido que amputar.
Ahora está recuperándose en la zona del jardín y ha conocido a Fabiola, que también está convaleciente. Parece mentira que después de una operación tan drástica esté tan bien. Parece que no tiene nada y está mejorando por momentos. Siempre nos impresiona la capacidad de recuperación que tienen los animales y su manera de adaptarse a las circunstancias. Gracias a eso, muchos de los habitantes que han llegado traumatizados por sus historias de maltrato, pueden rehacer sus vidas y ser completamente felices en Fundación Santuario Gaia.