Cuando Helena llegó al Santuario, no se la podía tocar, ni siquiera nos podíamos acercar a ella. Fue rescatada la misma semana que iba a ser enviada al matadero por no ser productiva.
En poco tiempo comenzó a confiar en sus cuidadores, pero con Ismael ha establecido un vínculo muy fuerte, tanto, que está siempre pendiente de él. Aprovecha cualquier momento para apoyar su cabeza sobre la de él o en su pecho para que la abrace.
Ella tiene algo muy especial que no sabemos definirlo. Te escucha atentamente cuando le hablas y parece que te entiende. Es la que protege a todos los habitantes del Santuario. La que cuida de todo el rebaño.
Gracias Helena por llegar a nuestras vidas y por regalarnos tantos momentos que nunca olvidaremos. Te queremos mucho, eres muy especial, eres única, eres Helena.