Ayer realizamos las esterilizaciones de Ginés y Eloína. Estábamos un poco nerviosos por la anestesia, ya que siempre hay un pequeño riesgo, pero todo ha ido estupendamente. Eloína y Ginés son los más peques del Santuario y son un auténtico torbellino. Para nosotros es una alegría que hayan aparecido en nuestras vidas y haberlos podido ayudar después de haberse quedado huérfanos. Nosotros intentaremos darles todo el amor y todos los cuidados posibles para que sus vidas sean felices y plenas.