Es tan chiquitita que a veces pasa desapercibida entre vacas y toros tan grandes, pero irradia tanta dulzura que enseguida notamos su presencia ❤️
Está creciendo sana, fuerte y, lo más importante, libre. Disfrutando de la vida y de su entorno, siempre bajo la atenta mirada y cuidado de su madre Eliana. Es como cualquier niño, le encanta saltar y correr, ensuciarse con el barro y tumbarse a descansar donde quiere.
Por fin a Eliana no le van a robar a su hija y podrá disfrutar de ella toda la vida, en familia y sin ningún temor.
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