Verónica nació el 20 de diciembre de 2012 en una explotación en Mallorca, que abastecía a varios restaurantes de la isla, donde la especialidad es servir cabritos enanos. Tenía una cojera y eso hizo llamar la atención a una mujer que le despertó compasión hacia ella, rescatándola para así salvarle la vida.
Una gran amiga nuestra, Verónica Marti, al enterarse de su rescate se puso en contacto con nosotros y rápidamente, nuestro querido amigo Diego Mena no se lo pensó dos veces, se compró un billete de avión desde Mallorca para traerla hasta Girona, al Santuario.
Gracias a estas personas a las que queremos muchísimo, Verónica hoy vive feliz en el Santuario. Se recuperó de la cojera al poco tiempo y ahora es una experta ladrona, que todos los días entra al gallinero a robar comida. Es muy cariñosa y cuando la coges en brazos se queda dormida, confía plenamente en los humanos.