Javi se acaba de tomar el biberón y al terminar se ha ido directo a la cama de los perros, donde le encanta dormir con ellos.
Nació en una granja donde nada más nacer vio morir a la mitad de sus hermanos, y a algunos de ellos asesinados por el granjero dándoles un porrazo contra el suelo. También tuvo que ser muy duro para él ser separado de su madre, la cual murió a los dos días de nacer él, dos días que ella estuvo agonizando y no recibió ninguna ayuda.
Le cortaron el rabo sin anestesia y eso le produjo una infección tan grande que se le pasó al resto del cuerpo, por eso tiene sus extremidades tan inflamadas que le impide algunos días caminar y apoyarlas bien. No está fuera de peligro aún, recordad que la ternerita Geraldine que rescatamos hace un tiempo, murió de los mismo que él tiene.
Los fundadores del Santuario se pasan las noches sin dormir desde que Javi llegó, ya que está viviendo con ellos para estar al 100% pendientes de él, y como es un bebé, pasa lo que con todos, que por las noches hay que levantarse cada poco para darle su biberón y cariño.