Esta tarde hemos llevado a Javi a la clínica Gibert de Camprodon para esterilizarlo.
La cirugía ha ido muy bien y ya está en el Santuario despierto cenando junto con los perros. Ya está dando guerra como siempre.
Ha sido muy emotivo el momento en el que ha despertado de la anestesia, porque al ver a los fundadores del Santuario se ha puesto muy contento y ha hecho un sonido que emiten los cerdos para saludar.