Cada vez que Javi ve a Pepa tumbada, se va hacia ella para echarla y quedarse con su sitio, y Pepa se rebota mucho. Es muy gracioso verlos a los dos luchando por su sitio, pero al final siempre gana Javi. Ya ha comenzado a correr y no para de jugar con todos, y eso es muy buena señal, porque quiere decir que se encuentra bien y está haciendo lo que hacen todos los niños, jugar.