Javi llegó al Santuario con 2 semanas de vida procedente de una explotación porcina. La mitad de sus hermanos nacieron muertos y él y otro hermano sin poder caminar, debido a que al cortarles el rabo sin anestesia ni cuidados, se les infectó y la infección se propagó a las articulaciones.
A su hermano lo mataron a golpes contra el suelo. Con él querían hacer lo mismo pero una persona que estaba allí en ese momento lo salvó. Su madre estuvo agonizando dos días sin atención veterinaria hasta que murió.
Cuando Javi llegó a Santuario Gaia no podía caminar, y hoy os dejamos este vídeo para que veáis como ha mejorado. Aún está con tratamiento y la semana que viene tiene revisión veterinaria. Ya responde a su nombre y le está cambiando el color de la nariz y las orejas.