Patri y Javi ya han estrenado su nueva habitación. Hemos construido una habitación más grande para que Patri pueda estar más cómoda, ya que desde hace un tiempo está teniendo problemas para levantarse. Patri llegó a Fundación Santuario Gaia hace más de 5 años siendo un bebé. Su madre la había aplastado al poco de nacer y le provocó una lesión medular con daños en sus extremidades posteriores. Esto es algo muy común en las granjas, donde tienen las cerdas en unas jaulas que se llaman parideras, que son tan pequeñas que las madres ni se pueden levantar y muchos lechones mueren por aplastamiento. Patri sobrevivió, pero a pesar de todos nuestros esfuerzos y tratamientos nunca llegó a poder usar sus piernas. Por eso le creamos un espacio especial para que ella pueda vivir con la mayor comodidad posible.
Javi también lleva más de 5 años viviendo en el Santuario. Llegó poco antes que Patri y también proviene de una granja. Cuando le cortaron la cola al nacer, sin anestesia, tuvo una grave infección que se le pasó a las articulaciones. Como ya no les servía lo querían matar de un golpe en la misma explotación. Aunque se curó del todo, siempre ha tenido problemas en las articulaciones y por eso vive con Patri.
Los dos han creado una preciosa relación y no pueden vivir el uno sin el otro. Es muy bonito ver como Javi intenta pasar el mayor tiempo posible con ella, tanto que muchos días tenemos que obligarle a que salga para que dé un paseo. No sabemos a ciencia cierta si los cerdos se enamoran, pero de ser así, éste sería un claro ejemplo y ver como apoya Javi su cabeza en el costado de Patri es de lo más tierno del mundo 
