Así de grande esta Jesús después de un año en el santuario. Cuando llegó era tan sólo un bebé que prácticamente cabía en la palma de la mano.
Aunque ha crecido mucho, sigue siendo igual de tierno y cariñoso que cuando era pequeño, con una mirada llena de amor
Es imposible no quererlos y amarlos, por eso nos duele tanto ver la barbarie por la que pasan en las granjas y en los mataderos. En tu mano está cambiar esta realidad.“¿Nos ayudas a seguir salvando vidas?” color=”green”]• Por tan solo 1€ al mes puedes hacerte Teaming
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