Juana domina a la perfección su silla de ruedas. Ya está acostumbrada del todo a ella y la maneja con total maestría. Creemos que lo que más le gusta de pasear no es hacer ejercicio, sino darse un festín con las hierbas y plantas que va encontrando. Y lo más curioso es que le encantan las ortigas verdes, el resto de ovejas y cabras también las comen, pero normalmente lo hacen cuando ya están secas. Bueno, cada cual tiene sus gustos, y en el Santuario estamos para que ellas elijan libremente lo que quieren.
Ya ha pasado más de un mes desde su operación de columna y la verdad es que la evolución no ha sido muy buena. Tenemos pocas esperanzas de que pueda recuperar la movilidad. Además se está complicando con que la musculatura se está atrofiando, a pesar de toda la fisioterapia y paseos que le hacemos. Sabemos que tarde o temprano no podrá usar sus brazos, porque los carpos se están anquilosando, así que ya estamos ideando una estructura para que pueda seguir caminando ayudándose de ellos. A pesar de todo, Juana es feliz, y nos lo demuestra cada día. Es una de las cabras más cariñosas que viven en el Santuario y siempre está dispuesta a recibir caricias y cariños. De no haber llegado al Santuario, ya estaría muerta, así que somos felices de que por lo menos tenga un futuro y nosotros estamos para hacer que su vida sea lo más fácil posible.