Os dejamos la experiencia de Belén Peña, una voluntaria de Santuario Gaia que vive muy cerquita, en #Ripoll (#Girona):
“Tengo 21 años y hace casi dos decidí dar un gran paso en mi vida, iniciar el camino hacia el vegetarianismo.
Siempre me han encantado los animales, desde pequeñita, pero realmente desconocía todo el sufrimiento que se escondía detrás de mi plato.
Empece a indagar por internet, a darme cuenta de todas las atrocidades que se cometían en mataderos, granjas y demás, y de repente sentí que no podía seguir siendo cómplice de todo aquello.
Aún no estaba decidida a dar el paso, pero de repente me tope con Santuario Gaia, un pequeño paraíso a 15 minutos de mi casa, y para mi fue una señal.
Al conocer a Ismael y a Coque, los fundadores del Santuario, y cada uno de los habitantes de Gaia, me reafirmé en mi decisión.
Por muchos momentos difíciles en los cuales te hacen sentir que eres un “bicho raro”, Samuel, Victoria, Paula, Celia, Olga… todos y cada uno de los habitantes del Santuario, los que ya no están y los que están por llegar, me hacen sentir plenamente feliz y orgullosa de mi decisión.
Siento que voy a contracorriente, pero la esperanza de que un mundo mejor es posible no la perderé jamás.”