Ella llegó hace poco más de 3 meses a Fundación Santuario Gaia. Es una cabrita que encontraron de bebé en un camino, cerca de Manresa. Estaba perdida, deshidratada, cojeando y con mucho miedo. La persona que la encontró rápidamente la llevo al veterinario para su evaluación. Le hicieron radiografías de la pierna que tenía mal y vieron que había una fisura en la tibia. También estaba muy delgada y llena de piojos. Con el vendaje inmovilizador se recuperó de todo y ahora no queda rastro del problema, camina y salta como cualquier cabrita.
Siempre nos provoca mucha ternura, con esa carita tan inocente que tiene y su carácter tan cariñoso. Se hace amiga de todos los animales, como con la gata Emma que está detrás de ella, pero con quien ha creado un mayor vínculo es con Borges, el cabrito ciego.
En la época en la que estamos miles de cabritos serán sacrificados para servir de comida navideña. Cabritos como Salomé.