Pues seguimos con la rehabilitación y los ejercicios diarios de Lázaro ?
Además de la piscina, también le ayudamos a estar de pie a la hora de las comidas, que es cuando más quieto y relajado está.
Para que se mueva dentro de la piscina, le tenemos que “engañar” con comida, de otra manera se quedaría sentado tan a gusto, vamos, lo que haríamos cualquiera de nosotros ?
Nos hace mucha gracia Azarías, que ha aprendido que cuando le toca la piscina a Lázaro hay comida, y que siempre cae algo para él. Es un acompañante por el interés. ¿No os recuerda a los humanos? Seguramente que más de uno, y de dos, cuando acompaña a un familiar o amigo que está en el hospital y traen la comida, se acaba comiendo parte de lo que traen… ¿o no es así? ???