Cuando Luz estaba enferma dentro de su habitación, cada día cuando pasaban las vacas y toros por delante tanto para el desayuno como para la cena, se paraban todas a saludarla por la puerta, que dejábamos abierta la parte de arriba.
El día que Luz murió, ellos ya estaban en los prados grandes desayunando, y al volver por la noche, el primero que se dio cuenta fue Pedro, que se puso en la puerta a chillar llorando desesperadamente. Así han estado cada día hasta que por fin el martes vinieron a llevarse su cuerpo.
Estas imágenes son de la tarde del martes, cuando volvieron para la cena y se dieron cuenta que el cuerpo de Luz ya no estaba. Solo pudimos grabar este poquito porque nos destrozó el alma ver como la querían.
Las vacas y toros establecen unos vínculos muy fuertes entre ellos y con otros miembros de otras especies, saben amar de verdad, de una manera muy pura.
“¿Nos ayudas a seguir salvando vidas?” color=”green”]• Por tan solo 1€ al mes puedes hacerte Teaming
• A partir de 6€ al mes puedes hacerte socio
• A partir de 10€ al mes puedes apadrinar a un habitante
• Puedes hacer un donativo
• Compra algún artículo en nuestra tienda solidaria