Esta fotografía es un retrato de familia: mama Lía con sus dos pequeños Salomé y Borges. Aunque no son de la misma especie, los tres tienen un vínculo afectivo maravilloso. Lía se encarga de muchos de los bebés que llegan a Fundación Santuario Gaia, para ellos, ella es la “mamota”, como le decimos cariñosamente. Y los pequeños lo saben, porque la quieren como si fuera su madre.
Borges, a pesar de ser ciego, tiene una vida completamente normal. Es un cabrito feliz y muy juguetón. Se ha adaptado completamente a su espacio y muchas veces nos sorprende tanto lo que hace, que nos da la sensación de que puede ver. Es increíble la capacidad de superación que tienen los animales, algo de lo que deberíamos de aprender mucho.
Salomé ya lleva un tiempo viviendo en el espacio de los bebés, desde que la fisura que tenía en la pierna se ha curado. No le ha quedado ninguna secuela y camina completamente normal. Es una cabrita muy tierna y tranquila, y para ella Borges es como un hermano mayor, le sigue a todas partes y hace todo lo que él hace.
Estos dos bebés crecerán sin conocer el maltrato y la explotación. Lo único que recibirán en Fundación Santuario Gaia, es amor y cuidados. Así debería ser con todos los animales.