Miguelito y Liam no pueden estar mejor ahora que comienza el frío, los dos acurrucados uno al lado del otro, solo les falta la mantita y un televisor para ver una película. Cuando los vemos así de bien no podemos dejar de pensar en millones de sus compañeros que mueren cada día en el matadero. Cerdos que han vivido toda su vida en naves sin poder ver la luz del sol ni sentir el aire fresco, y lo más cruel es que solo pueden hacerlo en el camión que los lleva a la muerte. Ojalá llegue un día en que los animales sean tratados con respeto y empatía. En nuestras manos está cambiarlo.