Hace unos días trasladamos a Stefano a la nueva zona para animales con necesidades especiales, una zona más grande y que ampliaremos aún más cuando podamos económicamente, recuperando unos pequeños prados donde hay 4 robles de más de 500 años. Liam y Miguelito lo han acogido muy bien, y es que nuestros niños son expertos en dar amor, por eso Stefano se siente muy bien con ellos.
En julio se cumplirán dos años del rescate de Stefano de una finca en Girona donde habían dejado abandonados a los animales. Cuando Ismael López Dobarganes y Coque Fernández Abella, los fundadores del Santuario, llegaron al lugar, se quedaron destrozados sin poder hablar al ver restos de otros animales muertos.