El vínculo que han creado entre ellos durará toda la vida. Los cerdos son así, mantienen relaciones muy estrechas y fuertes entre ellos, creando grupos familiares muy estables y duraderos.
Tanto Liam como Miguelito sino estuviesen en el Santuario, ya estarían muertos, como sucede con miles de sus compañeros cada día. Ellos han tenido la suerte de llegar a Fundación Santuario Gaia, donde son cuidados y amados por todos los que aquí vivimos
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