Libero cada vez está más grande y guapo. También es más independiente y no es raro verlo separado de su madre. El resto del grupo le cuida y él es amigo de todos. Es muy gracioso verlo a él tan pequeñito al lado de toros como Fermín o Pedro, y ver como los demás le tratan con cariño y velan por él.
Eso sí, su madre es su madre y cuando ya está cansado de estar por ahí, vuelve bajo su protección. Simone confía tanto en nosotros que ni se inmuta al vernos cerca de su pequeñín. Libero es uno de los pocos toros del mundo que ha nacido en libertad y sin vivir en una explotación. Su comportamiento no está condicionado por los humanos y puede desarrollarse libremente sin temor a que le hagan daño .