Estos últimos días está haciendo mucho calor en el Santuario y los cerdos tienen especial sensibilidad a las altas temperaturas. Para protegerse del sol y mantenerse frescos se dan unos relajantes baños de barro. Así que estamos todos muy atentos a que siempre tengan sus charcas llenas y agua fresca para beber.
Lázaro llegó con vértebras rotas y tiene dificultad para caminar, quizás por eso adora estar en el agua donde se desenvuelve estupendamente. Sin embargo su inseparable Azarías no quiere ver una manguera ni en pintura ?
Como nosotros, cada uno tiene su personalidad y sus manías.
Con estos calores ¿no os da envidia Lázaro?
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