Cuando miramos estas caritas de Olot, Germán y Valentí, no podemos evitar el pensar en todos esos bebés que como ellos, cada día son asesinados en los mataderos para consumo humano. ¿De verdad merece la pena unos momentos de placer al paladar? ¿No merecen vivir? En tus manos está el poder cambiar el destino de los animales, hazte vegano/a.