Los burros son animales muy sociables y familiares. No les gusta vivir solos y mantienen los vínculos que crean durante toda la vida, incluso con otras especies animales. En la fotografía vemos a Gabriela y Shalom, que son hermanos. Hace 3 años nos llegaba un grave caso de maltrato desde Sevilla. En una finca había una familia de burros – entre otros animales – en muy malas condiciones. Las autoridades efectuaron el decomiso y en Fundación Santuario Gaia acogimos a los burros. Eran Manel, Seina y la hija de ambos, Gabriela. Al poco de llegar al Santuario, Seina daba a luz a un precioso burrito blanco, Shalom.
Esta preciosa familia no se ha vuelto a separar y donde va uno, van todos. Es muy gracioso verlos correr por los prados todos a la vez, como si fuesen uno solo. Y cuando alguno se queda rezagado por algún motivo, los demás le llaman a gritos para que se reúna con ellos .