Lucrecia aprovechando los últimos rayos de sol del día.
Ella es uno de los bebés que nos llegaron a finales del año pasado de una explotación donde estaban en pésimas condiciones y donde había muchos animales muertos. Como pasa cada año, en las explotaciones de ovejas programan los partos para que tengan los corderos a finales de año y así poder ser consumidos en Navidad.
Por suerte para ella y sus hermanos, su destino cambió y ahora viven en el Santuario felices y queridos.“¿Nos ayudas a seguir salvando vidas?” color=”green”]• Por tan solo 1€ al mes puedes hacerte Teaming
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