Magdalena llegó al Santuario con tan solo un mes en las navidades de 2012, porque un empresario la compró para que sus empleados jugaran a cogerla, y quien ganase se la podría llevar y comérsela por Navidad.
Ella tuvo suerte porque los empleados se negaron a hacer tal juego y nos llamaron para traerla a Santuario Gaia, donde vive desde entonces haciendo lo que quiere. Es la íntima amiga de Albertito, con el que duerme siempre.
Magdalena es muy cariñosa, y cuando te acercas a ella se refrota y refrota hasta tal punto que te hace caer al suelo. le encanta que la acaricien y le hablen con cariño.
No olvides que la carne de cerdo que compras en el supermercado viene de un ser como Magdalena, que quería vivir. Mira estos ojos y piensa en el sufrimiento que pasan por no cambiar nuestras alimentación. Empatiza con los demás animales y comienza a alimentarte 100% vegetariano. Hazte vegano.