Las pequeñas Úrsula y Manuela se nos hacen mayores. Aun recordamos cuando llegaron, con mucha desconfianza y siendo unos bebés, y ahora están completamente adaptadas. Manuela solo quiere estar en nuestros brazos y que le demos mimos y Úrsula, que siempre ha sido la más tímida, ha aprendido a confiar en nosotros.
Además tienen una relación muy especial con Celestina y Mónica, las abuelitas, y un compañero de juegos insuperable: Oriol.
Han pasado de estar atadas en un árbol, donde hubieran muerto sino las llegan a rescatar, a vivir en un ambiente de amor y cuidados. Estas situaciones son las que nos alegran el día a día y compensan todos los malos momentos. Todos merecemos vivir ❤