Con la llegada del calor, muchos animales mudan de pelaje, dejando atrás el de invierno para dar paso al pelo de verano, más fresquito. Este es el caso de Marcos, que está en la transición y por eso parece que le ha cortado el pelo su peor enemigo y le ha dejado lleno de trasquilones.
Aunque no importa y Marcos siempre está guapo. Él es un muflón, que es una especie que no existía en la Península Ibérica, pero que se introdujo en los años 50 en cotos de caza para poder ser cazados. Se puede decir que es una oveja salvaje, ya que pertenece a la misma familia que las ovejas. Lo encontraron de bebé hace ya dos años, había sido atropellado y estaba inconsciente. Por suerte sobrevivió y lo criamos con biberón. Su confianza en los humanos hizo imposible devolverlo a su hábitat natural. Desde entonces vive con el resto de las ovejas y cabras, siendo uno más de la familia y viviendo una vida feliz y sin peligros. Aquí podéis ver un vídeo de cuando llegó al Santuario.