No os podéis ni imaginar lo contentos que estamos de ver a Liam y a Miguelito así de felices. Liam necesitaba un compañero porque se sentía solo, y a Miguelito le hacía falta otro de su especie que le enseñara y le cuidara. Los dos se han hecho muy amigos y cada día nos hacen reír con sus travesuras.
Ayer abrieron la puerta donde tiene Ismael López Dobarganes la lavadora y se metieron los dos ahí porque estaban más fresquitos, y es que no paran quietos. Nos están dando la vida con tanta alegría.